4L

4l era el cohche, la "famosa 4L", vehiculo de los 70, los 80..., duro y servicial, competencia directa del 600. Las primeras series tenían tres velocidades y marcha atrás, una, la primera, corta y de salida; la segunda, muy larga de recorrido y, la tercera de mantenimiento y desahogo. Con cierta razón le dieron el apelativo de cuatro-latas, eran alguna más pero se definía así de sencillo y eficaz. Un lujo, que duda cabe, para la época, era un turismo, que tenía un pariente de uso furgoneta. Sin cinturones de seguridad, los cristales de las ventanillas, se desplazaban, no subían y bajaban, tenían un tope en el centro de ellas, que una vez quitado, dejaba entrar el aire en su mitad desplazada. Los asientos eran dos armazones hechos con tubería de hierro, recubierto con esponja, unas mallas galvanizadas sujetadas por unos muelles al armazón, eran la base y respaldo, envueltos en esponja y boata y rematados con material sintético que imita al cuero; muy frío cuando hace frío y ardiente y pegajoso cuando hace calor. Eran semejantes los dos asientos, el delantero y el trasero, pués la palanca de cambio y el freno de mano, estaban incrustados en el panel de abordo, cercano al cuentakilómetros.

 Decir panel de abordo es un eufemismo, una carcasa de trenta centimetros, tapada con un cristal plano y, en su interios una aguja que puede hacer un reocrrido de 0 a 120 kilometros-hora, marcando la velocidad, no creo que, salvo cuesta abajo, llegase nunca al tope, con tres luces, una intermitentes, otra indicador de faros y otra que era importante que no se encendiera, una roja que avisaba de que algo andaba mal: falta de aceite, de agua... . Eso era el panel de abordo, en el salpicadero; al lado, para decorar, se ponían portafotos alargados, con los retratos de los miembros de la familia, debajo había una bandeja de aglomerado pintado de negro, muy útil y multiservicio. Los pedales del conductor eran dos hierros con untope redondo de goma, haciendo de embrague y otro de freno, el acelerador era una chapa encastrada en el suelo por la parte más baja, y en el otro extremo, enganchada por una varilla que llegaba hasta el carburador (carburadorcito), por allí estaba una barra de hierro, que remataba en el volante, de plástico duro fundido, sujetada a la barra de dirección. El sistema de calefacción era calor humano, y del frío, bastaba con separar los cristales de las ventanillas. El motor bajo el capó delantero, atrás un pequeño maletero, donde se guardaba la rueda de repuesto. Algunos le ponían baca, sacándole más rendimiento. Llantas y neumaticos de perfil ridículo si se ve hoy, peligroso en aquellos momentos sin verlo. Los colores de fábrica eran, en principio, tres: blanco, azul y granate. Pasado el tiempo fueron más colores, también mejoras en prestaciones y confort, y cambios sociales sustanciales, lo hicieron más popular, hasta la aparición de los nuevos "diseños", ahí pasó a ser algo romántico, histórico, fuera de circulación, queda en mito...

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