Fecha: 29 de Septiembre de 2017
Encuentro sereno
En la plazuela sanmiguel, esperando el bus, sentado en el ventanal de la sucursal bancaria, mirando el gajo de limón que es hoy la luna, y fumando. El indicador señala, que faltan once minutos, la noche es cálida a finales de setiembre; personas solas, en grupos, con sus perros, caminan relajadamente. Absorto en lo que miraba se acercó una mujer joven, empujaba un carrito de bolsa de lona cuadrado, como de la compra, a una distancia de un metro se dirigió a mi: perdona, me voy a sentar en el muro a descansar y me apetecería fumar y, como te vi fumando y yo no tengo quizás podrías invitarme. Esto lo dijo con mucho respeto y con el tono muy suave. Solo tengo de liar, te haré un cigarrillo. Gracias. Saqué de mi mochila, bandolera, el tabaco, los filtros y,el librito, pero fue grande el chasco: no quedaba ni un papelillo. Lo siento pero no puedo hacerlo. No pasa nada, has tenido la amabilidad de sonreir y, de dar, aunque no lleve el cigarrillo, te veo educado y buena persona. ¿Sabes liar cigarrillos?. Si. Toma unos filtros y un pellizco de tabaco y preguntarás a otra persona si tiene papelillos. Gracias, además eres muy generoso. Si puedo ¿por qué no?. Llega el bus y me da la mano, yo le di un abrazo que ella aceptó sonriente, subí al bus y ella encaraba Capua, hacia la Escalerona. Mientras estuvimos hablando me fijé en ella, me recordó a Mia Farrow joven, con pelo muy corto. Estaba bien aseada y me parecía transeunte sin techo, pero amable y sonriente.
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