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EMOCIONES

Fecha: 29 de Diciembre de 2018

Examen a las sensaciones

     Controlar las emociones cuando soy consciente de ellas: Alegría, tristeza, ira, asco, miedo y desde ahí al resto que me conforman. Recibo estímulos constantemente y a ellos respondo consciente o inconsciente con una emoción, me doy cuenta que la mayor parte de las veces estoy inconsciente de lo que estoy recibiendo una vez que he examinado la situación que me acontece.

     Últimamente pocas veces disfruto, o mejor dicho, siento las emociones cuando de verdad me están sucediendo: tengo motivos para estar alegre y no lo estoy, o si lo estoy es de una manera muy suave, como si la alegría fuese a acabarse en ese momento y no quisiera gastarla de usarla, otras tengo aspecto de triste y no tengo motivos iniciales para estarlo, sin embargo doy esa sensación, lo mismo con el miedo: lo estoy sintiendo y no lo acepto como tal, achaco a cualquier cosa el refreno que siento antes de decirme que es miedo( sin ser específico a qué o a quién), la ira es la que más noto y notan quienes están a mi lado, sale cuando llega y no se para en chiquitas, aunque podría reconducirla y chillar de forma más contundente y así descansar. Con el asco también me pasa que no lo noto tanto cuando estoy en una situación que sería para que lo sintiera en toda su extensión, no me sucede o, por lo menos, no lo siento y por tanto no actúo en consecuencia.

     Debo de hacer más introversión, ser más controlador de mis emociones y vivirlas para compartirlas, sentirme de verdad feliz y alegre cuando corresponde, darle esa cancha al ánima y al corazón sin cortapisa, si babeo del gustazo pues mejor para mí, es algo que no tiene por qué gastarse, ya vendrá otra emoción que la sustituya y quizás no sea tan agradable, puede que la que venga tenga ganas de que se gaste y le sucede lo mismo: no se gasta, solo pasa a otra más tarde o más temprano. No tengo que estar examinándome de manera constante, pero si atento a mis propios actos con los sentidos, es por donde me llegan las emociones, donde activo el pensamiento y este me hace sentir, para cualquier dirección, lo que huelo, veo, oigo, toco, veo, partiendo de un sentido nace un sentimiento y como consecuencia una emoción, y a mí me resulta difícil manejarlo, entenderlo y practicarlo  con toda naturalidad, creo sentirme desbordado en múltiples ocasiones por no ser consciente de que estoy sintiendo algo y lo estoy refrenando, adentrándolo tanto para mí que me confundo y confundo a quien está a mi lado.

     He de soltarme, reeducarme en mis hábitos de comunicación, ser consciente de que me cuesta sacar de mí lo que me ocurre dentro de la cotidianeidad y lo que tengo atragantado desde mucho tiempo atrás, si hay miedo, pues lo hay, lo venzo y soy consciente de que existe para mí como para todos los demás, cuando llegue la tristeza debo dejarle su hueco y sentirla, sin llegar a compadecerme, pero esa angustia que siento en ese momento no ha de matarme, me hace vivir y valorar que están otras muchas alegrías a la vuelta de la esquina. Parece sencillo y natural, y lo es, pero mi educación fue por otros derroteros y no las muestro con esa sencillez y naturalidad porque no sé, ni más ni menos, me gustaría y lucho para que así sea, pero me cuesta superar maneras y costumbres tan aprehendidas en mi caminar diario durante tantos años.

     Quiero cambiar esa dinámica y sé que me costará pero nadie dijo que fuese fácil cualquier empresa en la que uno se embarque, es ponerse manos a la obra y no quejarse por no ver los resultados ya mismo, si se quiere se ha de poder, y yo tengo ese empeño para mi salud y para amar en la mayor sinceridad posible a los demás, a todo lo que me rodea, liberándome de prejuicios y sintiendo lo que es verdadera libertad, verdadera sanación.

     Sentir las emociones, controlándolas para tener el equilibrio necesario, cada una es única en el momento que se produce y debo admitirla para controlarla y responder con  el estímulo adecuado, bien sea risa o llanto, gritos o repugnancia, o pánico… no es más que la vida en estado puro y quiero vivirla sin ambages ni dudas.

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