La crueldad de un café

La crueldad de un café

Está bien, pero, siempre puede haber un pero, me cuenta algo que va más allá de lo creíble, el policía que tiene de seguimiento, para que no se pase el otro cabrón con ella, le comenta que va a empezar a trabajar y que por 13m no llega a la orden de alejamiento, que qué la parece, se lo dice así, tan fresco, sintiendo pena por ese cabrón, cuando en realidad, tendría que decirle que como se acerque a más de 50m de la distancia señalada, que le mete caña. Volvemos a las andadas, ella es la víctima, parece que no lo entienden, no tienen empatía con quienes están sufriendo y han sufrido. Si era poco esta noticia, viene detrás otra con más carga explosiva, una MUJER policía, siente lástima por el elemento susodicho, le comenta que es por una buena causa, que empieza a trabajar. Lo primero que tendría que hacer esta señora policía, es leer el historial de este individuo, y darse cuenta de cómo puede estar en la calle todavía, y no soy juez, si tiene un ristra de robos y de malos tratos a varias mujeres, más de 5. Qué milonga es esa de que se pone a trabajar, y encima cerca de una de sus víctimas, para que luego nos llevemos las manos a la cabeza y lamentemos hechos, no señora, no, que se joda y tiene suerte que no le haya sucedido nada, que las mujeres a las que chuleó, no tengan quienes las defiendan y le pidan explicaciones de su desfachatez, de sus desfalcos, de sus malos tratos, está denunciado, no me lo estoy inventando, es real. Que las víctimas sean doble o triplemente víctimas, es de lo más triste que puede pasar en este país, que quienes estén para proteger sientan empatía con los cobardes bastardos, ronca o carallo, desde jueces-as a un funcionario hay muchos que no tienen capacidad para estar cumpliendo esas misiones, me gustaría que fuesen sus familiares, mujer, madre, hija, las que pasasen ese calvario, lo siento por las personas que puedo meter en este supuesto, dios me libre de desear nada a ellas. Es solo el supuesto que les abra los ojos de verdad a esas personas que adolecen de un mínimo de humanidad, de empatía, o que se alejen de ser serviciales en estas causas, con amigos así, para qué queremos enemigos. Ellos mismos, policías, le meten el miedo en el cuerpo a las víctimas, preguntando qué les parece la propuesta de su agresor, como algo normal, es inaudito. No se puede corregir algo que no se ve, que no se siente, que de verdad no duele. Escuchan con atención al agresor y le dicen que se van a poner en contacto con la víctima, supongo que no las llamarán víctimas, para pedirles permiso, total, piensan, por unos metritos de nada, no creo que se opongan. No doy crédito a lo que estoy escuchando, pero se lo tengo que dar por desgracia, no puedo generalizar con las fuerzas de seguridad del estado, pero por favor, esa incompetencia es rayana con la ilegalidad, alegalidad o como quieran llamarla. Triste, muy triste. Ya lo es que tengan que pagar, las víctimas, la justicia, pagar, sí, la defensa tiene sus costes, y se lo cobran a las víctimas, solo digo lo que sé, no me invento nada, claro que las que son insolventes, no tienen posibilidad, pero les quedará ahí, digo yo, ya que a unas se les hace pagar, las otras será lo mismo, pero en diferido, como diría Mary Loly, la Cospe. En fin, que mejor cambiamos de tema y procuramos tomar el café con tranquilidad.

Chema