El sitio WEB de Checafe utiliza cookies propias con el fin de optimizar y hacer posible la navegación. Debido a que dichas cookies son técnicas y su permanencia es reducida, no es preciso cumplir con el deber de información descrito en el apartado segundo del artículo 22 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico, y de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD).

Imagen de seccin

LLUVIA QUE LAVA

Un paseo bajo la lluvia puede cambiarnos

Confundido por no saber definir su sentir : qué sentimiento poner : tristeza, rabia, consuelo, desprecio, amor, lógica... . Tantas imágenes por la mente dando vueltas y vueltas, sin detenerse ninguna de manera rotunda, quieta y fija, no, no se frenaban y amenazaban con agitar, con crear ansiedad y falta de aire. Abrió la ventana de la habitación y el viento empujó la llovizna hacia su cara, suavemente, pero resultó como una bofetada tranquilizadora que se da a alguien, cuando está en estado de histeria. Los ojos quedaron prendidos del agua que caía, cuánto hacía que no llovía, sacó las manos para empaparlas y llevarlas, luego, a su cara, lavándola. Se calzó las botas, vistió el chubasquero y marchó a la calle; a caminar bajo la lluvia, sintiendo los ruidos diferentes que se producen cuando llueve, los olores, la tonalidad gris que hace destacar los colores fuertes, el agua que se cuela en la boca y, que va empapando entero  de cabeza a pies.

                             hojadecincopuntasrojizadeotoñosobrepiedra                        hojadecincopuntasrojizadeotoñosobrepiedra                                      

                                                 

 

Percibía, sentía, respiraba con tranquilidad, en su caminar encontraba sosiego, no pensaba nada concreto, disfrutaba paseando y relajaba su mente. Esa serenidad afloró a su alma sacándole una sonrisa, quitando de su cabeza juicios y prejuicios que lo aturdían, reconociendo que actuaba movido por el razonamiento más lógico y natural, aunque otras opiniones, de su entorno, fueran contrarias. Sus pasos se detuvieron ante un músico callejero que, tocando la guitarra, cantaba una canción de amor universal : "... yo quiero tener un millón de amigos..." . Cantaba bajo el techo de un toldo de una tienda de perfumería, tenía un sombrerito en el suelo, para recoger las monedas que, voluntariamente, le depositaran las personas que le escuchaban. Produjo un efecto balsámico y, a la vez, fervoroso. La actitud alcanzó cotas altas, depositó unas monedas y emprendió el camino de regreso a casa. La confusión había desaparecido, sentía que el amor vencía a cualquier otro sentimiento, no quedaba rastro de duda : sonrió satisfecho.

 

Checafe