Mayo sectario

Mayo sectario

Sentado al ordenador dispuesto a escribir en el diario, pienso en el mes de las flores, que se está marchando y ha traído agua, lo que son las cosas, en abril no lo hizo, siendo el mes por excelencia de lluvias. Todas esas reuniones que teníamos, en el colegio de Palencia, por las tardes, haciendo ofrenda a la virgen María, para rezarle el santo rosario y cantarle todas las canciones propias de estos días. Qué ingenuos, lo felices que nos sentíamos pensando en las apariciones de  esta señora, y la fuerza que nos llegaba a dar, era la fe católica, la única que existía entonces, sin hacernos ni una pregunta sobre todo ese misticismo. No me extraña que vayamos tan atrasados, con un lastre tan grande, que no nos deja avanzar, seguimos haciendo el mes de las flores. No me he interesado, pero seguro, que lo hacen a través de las redes. Lo que dios ha unido, que no lo separe el hombre. Válido para todo lo que tenga que ver con él. Hay quienes me preguntan por qué he perdido la fe, yo no he perdido la fe, he perdido la ignorancia, el miedo, he ganado en respeto, empezando por respetarme a mí mismo, dejando de delegar responsabilidades propias en otras personas o, en símbolos. La fe no es católica, o no lo es en exclusiva, no lo es de ninguna religión, es algo intrínseco nuestro, que utilizamos en la espera de algo, pero no por invocar a alguien va a ser de otra manera, ni la ilusión, ni desilusión, pero se apropiaron de ella haciéndola exclusiva suya, como la esperanza, la caridad (mal entendida), virtudes de dios para con la humanidad. La caridad mal entendida es la que nos enseñaron, primero porque nos dan la teoría, pero la práctica es contraria, nada más hay que ver lo ostentosa que es la iglesia, la forma de vida de sus mandos, desde un párroco, hasta el Papa, y amasando fortunas ingentes con destinos oscuros. No ahondo más, con su doctrina tengo más que suficiente para renegar de ella, algunas veces pienso, qué en la revuelta del 34 del siglo pasado, aquí, en Asturias, se quedaron con las ganas de exterminar ese cáncer, esa fuente de alimentación de todas las diferencias entre los hombres. No estoy por la violencia, pero la lucha es muy exigente y se necesita extirpar, no valen paliativos, ni sucedáneos que disimulen, no, se necesita una limpieza a fondo para regenerar en otros parámetros y, entonces sí se da una situación de violencia. No lo verán mis ojos, lo tengo claro, pero siempre que pueda diré lo que pienso de esta gran secta, que está tan bien considerada socialmente, hasta los socialistas la mantienen, le siguen manteniendo sus privilegios, escudándose en el bien que proporcionan con sus instituciones caritativas. No te jode, qué me den a mí esos privilegios, verás cómo desarrollo funciones caritativas sin ser en nombre de ningún dios, pero lo que dios ha unido que no lo separe el hombre. Venid y vamos todos, con flores a María…

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