Hechos que determinan el devenir de la historia. Ya después de pasado un tiempo parece concretarse más el momento que significó la ignición, la chispa que luego se hizo fuego. Se van consumando haceres en el cotidiano, que consiguen dar forma a la estructura social, económica, política, personal y emocional. Se crea un articulado que sugiere maneras de estar y comprender, de vivir. Voy dando explicación a tantos interrogantes como se presentan, bien en propia reflexión, bien en reflexión conjunta y consensuada. Busco el acomodo a las distintas situaciones, a los avatares que día a día conforman mi lucha, todo eso por lo que vivo y creo que merece la pena esforzarme y vivirlo. Soy una célula que forma parte de un tejido, por eso es importante tener esa conciencia y trabajar por darle brillo y fuerza, sacar el máximo rendimiento a mis capacidades para beneficiar y beneficiarme en la conjunción con las demás células, las personas que son el tejido al que pertenezco.
Los hechos históricos tienen una fecha, pero realmente se fueron cocinando con anterioridad, unos a fuego lento y mimándolos, otros a fuego abrasador y sin remisión; unos y otros configuraron un presente que antes era futuro lejano. Cuando a unas mujeres las dejaron encerradas en una fábrica y, prendieron fuego a su interior sin darles la posibilidad de escapar de la quema, fue tan aterrador y significativo, que marcó un hecho y fecha en la historia repercutiendo a nivel mundial. Nunca supieron, por desgracia, el alcance de su lucha, pero si de su posicionamiento ante la injusticia que se estaba viviendo y que las había llevado a tomar esas medidas. Fue una lección que no está bien enseñada, mostrada, difundida, y que sería digna de formar parte de la Historia que se enseña en escuelas y colegios, con claridad y sin reparos: forma parte de esos logros y costó muchos sufrimientos, mucha sangre. No nos podemos quedar en una celebración rievindicativa-festiva de un día, tenemos el reto por delante de no frenar ni la lucha, ni el conocimiento en todos los ámbitos. Se ha visto la demostración de voluntad y fuerza, pues hasta conseguir los objetivos no bajar la intensidad, no permitir ni un minuto más de ese patriarcado machista. Costará, pero día a día ha de ir limándose por poco que recordemos qué significó el 8 de marzo del 18, fecha con un antes y un después.